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Con LeBron James todo vale

Robbin Barberan - 28/05/2011 11:29

Las Finales de Conferencia Este con que nos ha deleitado LeBron James han sido algo excepcional, aún estamos frotándonos los ojos con el final de quinto partido que hizo, y que valió a los Heat el pase a las Finales contra los Mavericks.

Sin embargo, no estamos aquí para seguir alabando al gran James, ni contribuir a ensalzar su figura, que está ya muy cerca de poder verse adornada con un anillo de campeón de la NBA.

Todo lo contrario, vamos a denunciar uno de los aspectos de su juego que más molesta a sus detractores junto a sus gestos vehementes de celebración: la connivencia arbitral con la que cuenta.

Puede llegar a parecer bien que las grandes estrellas gocen de cierto trato especial. Son parte del espectáculo y el motivo por el cual la gente paga sus entradas o enciende sus televisores para ver baloncesto y la NBA. Está bien que no se consienta el juego violento como única forma de defenderlos y está bien, incluso, que ciertas violaciones de las reglas que cometen sean obviadas si no suponen una ventaja clara para ellos. Pero lo que no nos gusta es que gocen de cierta inmunidad diplomática y que los árbitros miren hacia otra parte cuando si que obtienen dicha ventaja. Éste es el caso de los famosos pasos de LeBron James, que ya comentamos en este blog.

Ahora, no obstante, centramos nuestra atención en otra regla que el bueno de James viola una y otra vez: Regla Número 9 – Tiro Libre.

En su Sección III, llamada Límite de Tiempo, dice esta regla:

“Cada intento de tiro libre debe hacerse en un máximo de 10 segundos desde que el lanzador recibe el balón”

 

El 6 de los Heat supera una y otra, y otra vez el tiempo máximo permitido. Valga como ejemplo escogido al azar un tiro libre durante el último cuarto del quinto partido ante los Bulls (a 4:22 del final, con 64-73 en el marcador), que, por cierto, fue el primero que falló tras haber anotado 32 de manera consecutiva. Cronometramos. Recibe el balón: clic. 1…2…3…4…. Lanza, el balón sale de sus manos. clic. ¡¡12.9 segundos!!

Podría englobarse ésta como una de esas violaciones de las reglas que podrían consentirse a una superestrella como James. La gente quiere verle. Quiere verle jugar, quiere ver sus rituales y sus gestos (por muy excéntricos, superfluos o innecesarios que puedan parecernos a otros) también durante el lanzamiento desde la línea de tiro libre.

Pero no está bien que lo que a uno se le consiente, a otro se le niegue. Y menos si se trata de otra superestrella de la NBA.

Sí, hablamos de Dwight Howard. Su continua demora en el lanzamiento de un punto se convirtió en un asunto mediático allá por el mes de diciembre. Tanto se llamó la atención sobre el exceso de segundos que empleaba el pívot de los Magic en dicha suerte que acabó siendo penalizado por ello.

Primero el día de Navidad, en partido televisado para todo el mundo, ante los Boston Celtics. Howard recibió una técnica en el partido en el que más expuesta quedó su violación de la regla. Castigo ejemplar ante los ojos de todos los fans de la NBA del mundo. “La Liga de Stern es una liga justa en la que las reglas han de ser respetadas por todos” parecieron querer decirnos entonces. Tiro libre y posesión para los Celtics, ante la cara de asombro de DH12:

Más tarde, hace poco más de un mes y medio, volvió a suceder. Ante los Charlotte Bobcats, Howard, que ya había advertido que iba a continuar haciendo su rutina de lanzamiento de tiros libres, fue sancionado de nuevo con una técnica por tardar más de diez segundos en lanzar un tiro libre.

El agravante, en esa ocasión, fue que suponía su decimoctava técnica de la temporada y acarreaba un partido de suspensión. El partido que no jugó: Un Bulls-Magic en prime time del domingo siguiente. Otra sanción ejemplar.

Está bien penalizar si no se observa el estricto cumplimiento del reglamento. No está mal tampoco ser permisivo con ciertas reglas que poco o nada afectan al trascurso del juego, como ésta de la duración del lanzamiento de un tiro libre -en basket FIBA, por cierto, son cinco segundos, y en competiciones internacionales a los jugadores NBA se les permite llegar a los diez o más que ellos emplean- pero para todos igual. O, al menos, para todos los que lleguen a ganarse cierto status.

De lo contrario, LeBron James siempre estará bajo sospecha.

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1 comentario en “Con LeBron James todo vale”

  1. bender says:

    Igual que se comenta en el post sobre los claros y repetidos pasos de James, que cada uno en su casa haga lo que quiera, pero es un agravio para el resto de jugadores, porque pasos si que se pitan a otros jugadores.
    Eso si, lo que no gusta nadie es la bajada de pantalones de la FIBA en las competiciones internaciones, aunque en este caso parece que esta regla no se aplica

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